
¿Qué es una regresión de sueño?
Una regresión de sueño es el momento en que, de repente, un bebé que dormía bien empieza a despertarse mucho por la noche, le cuesta más conciliar el sueño o empieza a dormir mal las siestas.
Normalmente, las regresiones de sueño pueden durar entre 2 y 6 semanas, dependiendo de cada peque. Pasado este tiempo, sus patrones vuelven a encauzarse. Sin embargo, muy a menudo nos encontramos con mamás y papás que no entienden lo que le está pasando a su bebé y empiezan a cambiar cosas: horarios, rutinas y, en general, su manera de hacer las cosas. Es algo completamente normal, pero es entonces cuando puede empezar a producirse un problema de sueño infantil: se introducen hábitos que funcionan durante unas semanas, pero que en algún momento resultan contraproducentes y acaban siendo la razón de un sueño fragmentado.
Las regresiones de sueño son avances
No nos gusta hablar de regresiones, dado que son cambios que están muy relacionados con el desarrollo. Son más bien, “avances”. La palabra regresión, en sí, tiene connotaciones negativas: no es que el bebé vaya hacia atrás en su desarrollo. Todo lo contrario, es un cambio positivo en su crecimiento: empieza a girarse y darse la vuelta, se sienta, aprende a ponerse en pie, los primeros pasos y las primeras palabras.
Se trata de un periodo de tiempo que suele coincidir con algún hito en el desarrollo y por ello se considera algo temporal. Las regresiones de sueño suelen ser uno de los desafíos más difíciles a los que se enfrentan los padres. En algunos casos, cuesta identificar cuándo un peque está en este momento y un cambio tan repentino en su sueño provoca en los padres un sentimiento de frustración por no poder ayudar a sus peques a descansar mejor durante este periodo. Es normal, la mayoría de madres y padres han lo han sentido.
¿Cuándo suceden las regresiones de sueño?
Aunque cada peque es diferente y se desarrolla a un ritmo diferente, para poder generalizar, se suelen establecer las regresiones en las siguientes edades. Es importante entender que no todos los peques pasan por todas las regresiones.
Regresión de sueño de los 4 meses. Es la más común y es diferente a las demás, ya que marca un cambio permanente en los hábitos de sueño del bebé.
Regresión de sueño de los 8-10 meses. Suele durar entre 3 y 6 semanas y se debe a un gran desarrollo cerebral.
Regresión de sueño de los 12 meses. Esta regresión está muy relacionada con las siestas: es posible que dentro de pocas semanas ya esté listo para dormir una sola siesta al día.
Regresión de sueño de los 18 meses. El peque ya no es un bebé: tiene mucha más independencia y ya es capaz de hacer muchas cosas solo.
Regresión de sueño de los 2 años. Por algo se les llama “los terribles 2”, ¿verdad? Es un momento de muchos cambios que afectarán a su sueño.
Si necesitas ayuda para mejorar el sueño de tu peque o quieres que hagamos una valoración de vuestro caso, escríbenos. Juntos veremos cuál es la mejor manera de ayudarle a descansar mejor en el caso de que necesitéis nuestro acompañamiento.