
Tienes la habitación del bebé preparada desde antes de que naciera y ahora te preguntas si la vas a usar en algún momento. Recibimos muchas consultas de sueño infantil relacionadas con el cambio del bebé a su propia habitación: “¿hay algún momento más adecuado para hacerlo?, ¿es mejor que tenga su propia habitación o que duerma con nosotros?”,… Todas las maneras de dormir son opciones perfectamente válidas, siempre y cuando las necesidades de descanso de toda la familia estén cubiertas.
¿Te estás planteando hacer el cambio a su propia habitación?
Si es tu objetivo, entonces tendrás que conseguir que a tu hijo le encante dormir en su cuna y en su habitación. Es algo que necesita trabajo y tiempo.
Si ha dormido poco en la cuna, debes tener en cuenta que es un lugar desconocido y son pocas las veces que ha conciliado el sueño en ese espacio. No te voy a mentir, dormir a tu peque en su cuna y que mantenga el sueño en ella es una de las cosas más complicadas, pero se puede conseguir. Si tu peque es algo mayor, puedes explicarle el cambio y ofrecerle motivación para que sea un proceso positivo. Si todavía es un bebé, deberás comunicárselo a través de señales que le indiquen que las cosas están cambiando.
¿Cuál es el mejor momento?
No hay unas reglas ni unos tiempos concretos que marcan esta transición. Tanto la Asociación Española de Pediatría como la Asociación Americana de Pediatría recomiendan tener el espacio de sueño del bebé en la habitación como mínimo durante los primeros 6 meses de vida del bebé, ya que se reduce el riesgo del SMLS y facilita la lactancia.
Sin embargo, la decisión de cuándo hacer la transición del bebé a su propia habitación es solo vuestra y debe ir marcada por las necesidades de toda la familia. Es importante que la decisión esté bien consensuada y que estéis convencidos y dispuestos a hacer los cambios.
Hay familias que hacen el cambio a los 4 meses, otras a los 6 meses, otras a los 8 meses, otras a los 14 meses…no hay un momento ni mejor ni peor.
En algunos hogares comparten habitación durante años y descansan bien, pero para otras familias no es una opción: su sueño acaba siendo más fragmentado y poco reparador. Hay familias para las que compartir habitación no funciona y lo hacen por supervivencia o simplemente eligen no hacerlo. Cuando un peque (y su familia) duerme poco o mal, hay que evaluar en qué medida el lugar que se ha elegido para su descanso está afectando a su sueño y cómo se pueden aportar las circunstancias más adecuadas para el descanso de toda la familia.
Hay tantos tiempos y situaciones como familias, por lo que no hay una pauta general que se pueda seguir. Aunque no es la única manera de hacer el cambio, te dejamos una pequeña guía que puedes implementar en casa.
Prepara la habitación para que sea segura
Antes de iniciar con el proceso de cambio, asegúrate de que la habitación y la cuna cumplen con las recomendaciones para un espacio de sueño seguro.
En la cuna solo debería estar tu bebé y deberías evitar todos los elementos que puedan representar un riesgo de asfixia para el bebé y exceso de calor, sobre todo cuando son pequeños. Por lo que su uso no está recomendado, sobre todo cuando no estás observando:
- Nidos
- Almohadas y cojines decorativos
- Cojines anti plagiocefalia, antireflujo, anti vuelco. En caso de uso debe ser bajo prescripción profesional y supervisión (sobre todo si el bebé es muy pequeño)
- Posicionadores
- Trenzas
- Mantas y edredones
- Peluches grandes
- Chichoneras o protectores de cuna
- Hamacas de cuna
- Doseles o móviles que puedan caer encima del bebé
Atención: muchos de estos productos se venden bajo el claim “disminuye el riesgo de muerte súbita” aun estando desaconsejados.
Recuerda también tapar a tu bebé de manera segura con un saco de dormir para bebé.
Pasos para hacer la transición del bebé a su propia habitación de manera gradual y a vuestro ritmo
- Empieza con las siestas. Es una buena manera de iniciar el hábito de dormir en su propia habitación y que empiece a reconocerla como tal. Durante por lo menos una semana, procura que duerma todas las siestas que haga en casa en este espacio.
- Durante el día, podéis pasar algunos ratos haciendo alguna actividad tranquila en la que será su habitación.
- La rutina de sueño, en su nuevo espacio para dormir. Puedes empezar a hacer el ritual de sueño en su habitación con luz tenue y sin estímulos. Le ayudará a tener ese momento de desconexión y su cuerpo se irá preparando para dormir. Si no lo usas ya, te recomendamos introducir un saco de dormir en la rutina de sueño de tu peque.
- Una vez hayas hecho el cambio, ayúdale a sentir que su cuna y su habitación es un espacio seguro y agradable para dormir. Como toda transición, necesitará un periodo de adaptación y vuestro apoyo y acompañamiento en este proceso de cambio.
También existe la opción de hacer el cambio y que tu peque duerma todos los periodos de sueño en el nuevo espacio.
Cómo hacer el cambio del bebé a su propia habitación
- Paciencia. Algunos peques se adaptan a este cambio muy rápido, pero otros no. Dale unos días para empezar a reconocer el nuevo espacio y que lo asocie con la actividad “dormir”.
- Seguridad y confianza. Si vosotros os sentís así, vuestro peque también. Además, una buena rutina para dormir, un horario regular de sueño y conocer su espacio de sueño, le aportará la confianza necesaria para conciliar el sueño tranquilamente y sabiendo que no hay ningún peligro. Vosotros estaréis si os necesita.
- Consistencia y coherencia. Una vez iniciado el proceso de cambio es importante mantenerse dentro del plan que os habéis propuesto hacer. De lo contrario, vuestro peque estará muy confundido.
- Equipo. Los cambios y sus procesos de adaptación funcionan cuando se toman las decisiones en equipo.
Positivizar el nuevo espacio de sueño
Es importante que ayudes a tu hijo a conocer su nuevo espacio de sueño y que le transmitas este mensaje: es un lugar seguro, agradable, cómodo y perfecto para descansar. Es un entorno controlado en el que no hay ningún peligro que amenace su seguridad.
¿Qué pasa si se despierta y tengo que ir para ayudarle a dormir otra vez?
Si tu peque se despierta con cualquier ruido, es posible que trasladarlo a su propia habitación pueda ayudarle a dormir mejor por la noche y es posible que los desvelos nocturnos se reduzcan. Sin embargo, no siempre es así. Así que ten paciencia y acompáñale en este proceso de cambio. Si quieres, también puedes enfocar esta transición para fomentar su autonomía para dormir. Probablemente, será necesario hacer un cambio en las rutinas y algún ajuste más para ayudarle a dormir durante más horas seguidas y que todos podáis tener el sueño reparador que necesitáis.
Es importante tener en cuenta que esta transición debería hacerse en el momento en el que se empieza a notar que las necesidades de descanso de la familia no están cubiertas o simplemente porque se ha tomado la decisión de hacerlo. Eso sí, una vez iniciado el proceso, te recomendamos seguir con tu plan hasta que consigas tu objetivo, de lo contrario tu peque estará muy confundido y su descanso podría empeorar. Si te mantienes firme con tu decisión, lograrás que la transición sea algo positivo. Otra opción es contar con alguien que te guíe durante el proceso, en este caso te recomiendo ponerte en contacto con un especialista en sueño infantil que os pueda preparar el plan más adecuado para hacer el cambio.
Si necesitas ayuda para mejorar el sueño de tu peque o quieres que hagamos una valoración de vuestro caso, escríbenos. Juntos veremos cuál es la mejor manera de ayudarle a descansar mejor en el caso de que necesitéis nuestro acompañamiento.