
Las noches tórridas y tropicales ponen a prueba el sueño de los españoles. Con temperaturas nocturnas que en muchos puntos de la península marcan de mínima 25ºC y que otros lugares se quedan por encima de los 20ºC, conciliar el sueño y conseguir que este sea reparador es todo un reto y más si tenemos un bebé en casa.
Según la última encuesta que hemos realizado a más de 500 hogares, el 84% de los españoles confiesa que duerme peor en verano y el 60% asegura que prefiere el ventilador al aire acondicionado.
Tampoco es fácil para aquellos que tienen bebés en casa.
Solo el 10% califica el sueño del pequeño como “bueno”, el 30% lo califica de “malo” y el 60% como “regular”. Amelia Hunter da alguna de las claves: “Si el bebé todavía duerme en cuna, se recomienda que esté despejada, evitando el uso de productos textiles que puedan sobrecalentar al bebé. Es importante no poner ningún tipo de barrera física en todas las paredes de la cuna o la cama mientras duerme para favorecer la circulación del oxígeno y mantener una temperatura estable. Menos es más. Cuantos menos elementos haya en su espacio de dormir, mejor.”
También se recomienda ventilar el espacio de sueño durante las horas más frescas del día, mantener las persianas bajadas en las horas de más calor y sol directo y refrescar la habitación antes de poner a los más pequeños a dormir.
¿Aire acondicionado o ventilador?
Sobre el uso del aire acondicionado, el Dr. Fernando Ferreira, cofundador de Baby Sleep Solutions y Pediatra especializado en Neonatología apunta: “No tiene por qué haber mayor problema si se utiliza de manera adecuada, sin abusar, controlando la humedad ambiental y manteniendo una temperatura estable para refrescar la habitación durante las horas de más calor. Es importante evitar los cambios bruscos de temperatura y vigilar los niveles de humedad de la habitación.”
El uso del aire acondicionado como el del ventilador no es perjudicial para los bebés y los niños, pero sí hay que seguir una serie de precauciones para evitar enfermedades respiratorias. “Se recomienda que el flujo del aire no apunte directamente al bebé o niño, dado que también favorece la deshidratación, evitar los cambios bruscos de temperatura y tener un correcto mantenimiento del aparato con los filtros en buenas condiciones”, apunta Ferreira.
De hecho, tal y como explica Hunter: “En verano se recomienda no bajar la temperatura ambiental por debajo de los 23 grados y evitar siempre una diferencia superior a los 10 grados entre la temperatura exterior e interior de la casa”.
Ropa para dormir al bebé en verano
Otro de los aspectos a tener muy en cuenta en verano es la ropa de dormir de bebés y niños. A veces, es complicado mantener un ambiente fresco de sueño, por eso es importante siempre adecuar la ropa para dormir de los más pequeños para que no pasen calor durante la noche. Hunter señala que “siempre insistimos mucho en este tema porque el calor y los cambios de temperatura por la noche suelen provocar malestar y que no descansen bien.”
Si necesitas ayuda para mejorar el sueño de tu peque o quieres que hagamos una valoración de vuestro caso, escríbenos. Juntos veremos cuál es la mejor manera de ayudarle a descansar mejor en el caso de que necesitéis nuestro acompañamiento.